Crujientes por fuera, esponjosas por dentro. Sí, hoy se celebra el Día Internaciona de la Croqueta y vamos a descubrir un poco más sobre esta tapa, tentempié y alimento versátil.
Su origen es francés, aunque cuando nació exactamente es algo confuso, pues hay quien lo señala al rey francés Luis XIV en 1691, mientras otros señalan al fundador de la cocina clásica francesa, Monsieur Escoffier.
A principios del siglo XVIII, Antonin Cáreme, gastrónomo, cocinero y arquitecto francés, preparó un banquete para el príncipe regente de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia y recubrió la salsa bechamel con una capa crujiente.
Y se celebra el 16 de enero, aunque fue un 18 de enero el día que Antonin Cáreme presentó ante la mesa del regente su famosa receta de Croquettes à la royale. Pese a que la original era de bechamel y la primera que vino a España, de patata, ahora encontramos un amplio surtido croquetas de distintos sabores: la de pollo, de jamón, de cabrales y manzana, y más sofisticadas como de foie o chocolate.
¿Dónde probar las mejores croquetas?
El restaurante Casa Ángela es una de esas apuestas seguras en la zona barcelonesa
de Sagrada Família. De ibérico, de carrillera de cerdo, de ceps con trufa y de chipirones. Las croquetas de Casa Ángela son 100% caseras. Son ligeras, y su rebozado está realizado con pan rallado y panko. El pan rallado es más fino y da lugar a un rebozado más sutil, el panko
es un tipo de pan rallado japonés, que se elabora solo con la miga, que absorbe menos
aceite y, por tanto, da lugar a un rebozado más ligero y unas croquetas más crujientes
(y menos calóricas).
Y en Madrid, destacamos La Gastrocroquetería de Chema. Este cocinero valenciano, con local en la Gran Vía, elabora croquetas tradicionales o otras menos: de carabineros y Kimchi, queso de cabra y pimientos del padrón, sepia en su tinta gratinada con alioli de soja…