Ha llegado la temporada de esquí: Eso significa que debemos comer gastronomía para entrar en calor: Caldos, cremas y sopas calientes… Ah, y fondues. Si sois amantes de la carne, el queso o el chocolate, no hay mejor plan que una fondue después de un día de nieve; es por eso que hoy os traigo una recomendación para degustar la mejor combinación de ambos.
Si bien es cierto que en España tenemos muchas opciones para esquiar (Sierra Nevada, Baqueira Beret, Lles, Formigal…), si consideráis salir del país para una aventura distinta y exclusiva, Los Alpes franceses son una muy buena opción si tenemos en cuenta la excepcional relación calidad-precio de los forfaits y de algunos alojamientos.
Hoy presentamos La Joyeuse Fondue, un restaurante muy acogedor que se encuentra en Val Thorens (Saint Martin de Belleville, Francia), una de las valles que conforman el exclusivo dominio esquiable de Les Tres Vallées juntamente con Les Menuires y Meribel. Situado a 2300m ¡está considerado el resort de esquí más alto de Europa!
El restaurante se encuentra en la Rue du Soleil y es perfecto para celebraciones y encuentros festivos, puesto que el precio (un poco elevado pero razonable a la calidad y a la ubicación) es para un día especial en el que nos queramos dar un homenaje y, ya que estamos de viaje, probar lo mejor que la región puede ofrecernos.
Aunque se sirven muchos y distintos platos típicos de la gastronomía francesa (como por ejemplo la deliciosa Raclette), en La Joyeuse Fondue tenéis la oportunidad de disfrutar de una cena exclusivamente basada en fondues de todo tipo: de aceite y carne, solamente de queso o combinado con setas… las cuales se sirven con pan, patatas y en ocasiones con algunos crudités vegetales. Las raciones, tanto en fondues como en otros platos, son abundantes; es por eso que la fondues estan pensadas para compartir como mínimo entre dos personas. Aun así, para los más golosos, hay unas individuales de chocolate blanco o negro a modo de postre que no os podéis perder.
Para acompañar una comida así es genial saber escoger un buen vino. Para quesos, se recomienda un vino negro preferiblemente curado, aunque uno que sea fresco y joven será más agradable para aquellos que no estén acostumbrados a sabores muy contundente. De todas formas, un vino blanco afrutado también sería adecuado para quienes no disfruten de los contrastes fuertes. Si vuestra decisión gastronómica finalmente contiene embutido, un vino rosado es una buena elección de maridaje.
A todo esto, si es la primera vez que visitáis la región, la recomendación es probar el Genepi Ancienne, un licor muy sabroso y típico de la zona que se acostumbra a tomar como aperitivo o para finalizar las comidas.
El local no es demasiado grande, lo que lo hace muy acogedor, y su estética en madera le aporta una personalidad rustica y cálida. Es perfecto para grupos pero también para familias; aunque es un poco ruidoso, el trato es amable y profesional de principio a fin.
Sin duda, la perfecta guinda a un intenso día de esquí.