Llega oficialmente la época en la que nos apetece, más que en ningún otro momento del año, consentirnos un poco más y darnos el placer de endulzar los días más fríos con nuestros pequeños pecados favoritos. Si te pierden los dulces seguro que sabes de lo que hablamos, y es que en diciembre -con el calendario de adviento- también empieza la cuenta atrás para llenar de bombones, turrón y polvorones tanto nuestras mesas, como las de las personas a quienes más queremos.
Aun así, hay muchas formas de darnos una alegría y de sorprender a nuestros amigos y familiares pues nos encontramos con el hecho de que ¡cada vez la oferta es más amplia! Miles de marcas se lanzan a la caza de nuestras golosas miradas para seducirnos y ganarse nuestras apuestas para triunfar y ahí es cuando aparecen nuestras dudas ante tanta variedad ¿cuál es la mejor opción?
Aún conociendo a nuestros comensales, en cuyo caso podemos comprar ese dulce favorito que sabemos que no falla, otra manera de acertar de pleno es recurriendo a un clásico hecho a mano que seguro que gusta a todos los miembros de la mesa, les parece una manera ideal de terminar esa comida o cena especial, saca su lado más nostálgico ¡y hace que se relaman los labios mientras disfrutan de su dulzura! Hablamos como no puede ser de otra manera de los mazapanes; y es que si hace tiempo que no revives su sabor ¡quizás es momento de volver a ponerlos en tu mesa!
Típicamente se hacían en casa y era una de las mejores excusas para reunir a la familia a hacer una actividad distinta y sin duda muy creativa, un divertimento delicioso y para toda la familia ya que siempre se ha tratado de una receta muy sencilla con una masa de almendra y azúcar o miel que se trabajaba a mano y se horneaba ligeramente. Gracias a esos ingredientes tan fáciles de conseguir y a su preparación sin demasiadas complicaciones, ¡los mazapanes lograron conquistar Europa desde que aparecieron en el siglo XIII! Y es por ello, y por lo mucho que siguen gustando, que incluso todavía se disputan su autoría las ciudades de Toledo, Sicilia, Venecia o Lübeck ¡aunque para los españoles Toledo siempre será una capital de referencia en este sector!
Aun así, y aunque puede que ahora no tengas el tiempo o la manera de hacerlos con los tuyos ¡eso no significa que tengas que renunciar a los mazapanes hechos a mano! Y es que aunque existen pocas opciones a la venta que garanticen la calidad de la materia prima, tan importante en las recetas sencillas y tradicionales, hay locales que todavía apuestan por los procesos hechos a fuego lento y con todos los cuidados que requiere cualquier excelente resultado. En las tiendas Levaduramadre Natural Bakery, por ejemplo, podemos encontrar pequeñas figuras de intenso sabor que consiguen que incluso el más goloso ¡se pregunte si los has hecho en casa de forma artesanal!
Su secreto reside en usar una almendra cruda que contenga poca grasa pues eso ayuda tanto con el sabor como con el moldeado, así que si te atreves ¡ya tienes la clave del éxito! Si cómo decíamos pero, te falta tiempo, el mejor consejo que puedes recibir ¡es confiar en los expertos! Seguro que cerca de ti encuentras alguna de sus tiendas ¡con estas pequeñas figuritas llamándote desde el escaparate!
Si les das una oportunidad seguro que no te arrepientes ya que lo más probable… ¡es que repitas!